martes, 26 de abril de 2011

PORQUE TOMAR UN MASAJE

LA HISTORIA DEL MASAJE:

La historia del masaje se remonta milenios atrás, en tiempos prehistóricos en que los humanos ya sentían el instinto de acariciar el cuerpo, cuando éste se hallaba aquejado de alguna dolencia.

El masaje en, sus múltiples formas, es una técnica que se ha usado desde siempre para relajar, tonificar y llevar el equilibrio a nuestros músculos. Todas las culturas antiguas, desde oriente a occidente, han practicado alguna forma de masaje.

En China, el Libro Blanco de Kong Fou, 2.500 (años A.C.) se considera el primer tratado de Masaje. Recoge el pensamiento Taoista, apuntando la conveniencia de realizar masajes y ejercicios respiratorios con fines terapéuticos. También se escribió el Nei Ching (canon de medicina interna del Emperador Huang Ti) alrededor de 500 años A.C. donde se recomienda la práctica del masaje, acupuntura, moxibustión y prácticas herbolarias.

En la India tenemos los libros Vedas (180 años A.C.), donde indicaban la práctica de ejercicio, dietas, baños y la aplicación de masaje como obligaciones cotidianas del hombre.

En Occidente, en el siglo V y IV antes de Cristo, el período de máximo esplendor fue el griego. Los griegos han sido los primeros en dejar constancia escrita de la práctica del masaje. Se utilizaba sobre todo para las personas que hacían gimnasia. De hecho, fueron los creadores de los primeros Juegos Olímpicos, y gracias a ellos la práctica del masaje es hoy habitual entre los deportistas.

Hipócrates (460-380 A.C.) habla de fricciones sobre la piel, músculos y vísceras para tratar el dolor corporal y facilitar ciertas acciones fisiológicas.

Los romanos recibieron la influencia de los griegos, adoptando sus médicos, filósofos, su arte y gran parte de sus costumbres. Para los romanos, el masaje era un acto paralelo al baño.

Galeno (129-199) nació en Grecia pero ejerció la medicina en Roma. Llegó a ser médico del emperador Marco Aurelio. Utilizaba el masaje para relajar y tratar la musculatura de los gladiadores. Su obra escrita "Gimnástica", trata de maniobras, técnicas de masaje y ejercicios para fines curativos.

Avicena (910-1037), médico árabe que sigue los pasos de Galeno, describió los beneficios y cualidades del masaje.

Durante el período medieval, Europa se ve sumergida en un estancamiento científico y cultural con la expansión del Cristianismo, al imponerse una nueva moral muy estricta y represiva. Al finalizar la Edad Media surge una nueva época con espíritu de libertad de pensamiento, renaciendo el arte, la medicina y la ciencia.

En el Renacimiento se revisan los tratados antiguos. Algunos autores se ocupan de estudiar técnicas que utilizaban los griegos y romanos, tanto de masaje como de ejercicios de gimnasia.

Anbros Pare (1517-1590) recomienda la cinesiterapia y la aplicación de masaje.

En el siglo XVII y XVIII varios médicos hacen alusión al masaje terapéutico en sus escritos.

John Shan introduce el masaje en la cirugía, asociado al ejercicio. Lo utiliza también en la escoliosis.

A. Bonnet, reumatólogo, publicó en 1843 una obra en la que hacía referencia a la aplicación de masaje en diversas dolencias reumáticas y procesos inflamatorios articulares.

Per Henrik Ling (1776- 1839), en 1813, fundó el Instituto Central Real Sueco de Gimnasia; creó su propio sistema ("Movimientos y curación por el movimiento"). Se le considera el padre de la Fisioterapia.

Durante el siglo XX surgen nuevas terapias y técnicas manuales, muchas de ellas promovidas por investigaciones médicas. Unas parten de la filosofía oriental, la cual considera el cuerpo como un todo, no sólo físico, sino también energético, y de ahí se busca equilibrar el cuerpo mediante masajes y técnicas que hacen fluir la energía por los canales energéticos del cuerpo. Otras tienen su origen en el antiguo occidente y son perfeccionadas y estudiadas de una forma científica.

¿PORQUE ALAS DE ANGEL DICE MASAJITOS?

El masaje es una técnica manual a base de presiones, amasamientos, rodamientos, golpeteos, vibraciones, sacudidas, etc., realizados a distintos ritmos y con distintas técnicas, dependiendo de la persona y del problema a tratar, con fines terapéuticos, buscando el alivio del dolor, cuando éste existe, y la prevención, cuando se está en buen estado.

Es un remedio terapéutico que acompaña al ser humano desde siempre. Es instintivo, ya que cuando nos golpeamos o nos duele una zona, nos ponemos la mano instintivamente para aliviarnos.

El 65% del peso de nuestro cuerpo lo forman músculos y huesos. Los músculos dan a nuestro cuerpo su forma, su flexibilidad, su fuerza y su resistencia. Tenemos 570 músculos en el cuerpo. Gracias a su maravillosa propiedad de alargarse y acortarse, nos movemos.

Desafortunadamente, las malas posturas, los movimientos repetitivos, la tensión del estrés y el trabajo hacen que nuestro sistema muscular se desequilibre y nos diga… ¡basta!

Si no hacemos nada para recuperar el equilibrio de nuestro sistema muscular aparecen las contracturas, la sobrecarga y los dolores.

EL masaje como técnica terapeutica nos ayuda a encontrar el equilibrio.

Aunque se desconocen exactamente el origen de la palabra “masaje”, se le atribuyen diferentes raíces:

MASS (del árabe) Tocar con suavidad, frotar suavemente.

MASSER (del francés) Amasar, masar, dar masaje.

MASSIEN (del griego) Amasar, frotar.

MASSA (del latín) Pegarse a los dedos.

MASECH (del hebreo) Palpar, tantear.

MASSO (del ruso) Apretar con las manos.

Benefecios:

Beneficios para la piel La acción mecánica (el roce del terapeuta con la piel del paciente), genera hipertermia (aumento de la temperatura) y una acción refleja (vasodilatación superficial).

La vasodilatación e hipertermia originan una beneficiosa regulación de las funciones de la piel y del músculo subyacente.

El masaje origina la liberación de histamina, que produce:

Vasodilatación capilar con enrojecimiento local.

Aumento de la transpiración.

Aumento de la secreción sebácea.

Activación de la nutrición de las células dérmicas.

Aumento de la temperatura local.

Favorece la eliminación de sustancias de deshecho de la piel.

Beneficios para el músculo

El efecto de la manipulación de la piel donde existe tejido muscular estriado (40% aproximadamente del cuerpo humano) mejora las propiedades básicas del músculo: tono, elasticidad y contractibilidad. Al aumentar el flujo sanguíneo del músculo, se regula el tono y aumenta la elasticidad y contractibilidad.

La vasodilatación e hiperemia producidas por los estímulos creados al manipular el músculo con el masaje originan un aumento del nivel de saturación de oxígeno de la sangre arterial, elevando el contenido de hemoglobina y glóbulos rojos. Esto produce un drenaje con salida de catabolitos, procedentes de la contracción muscular (ácido láctico, ácido pirúvico...). De esta forma, el músculo recupera más rápidamente la capacidad contràctil, aumentando la fuerza muscular, mejorando la resistencia al trabajo y disminuyendo la fatiga; el masaje actúa como descontracturante de la fibra muscular, disminuye la sensación dolorosa y produce relajación.

Estos beneficios varian dependiendo de la intensidad del masaje. Un masaje superficial tiene poco efecto sobre la masa muscular, mientras que presiones profundas y bruscas estimulan el músculo y aumentan la contractibilidad. Un amasamiento lento con presiones suaves facilita la relajación.

Beneficios para la circulación sanguínea y linfática

El masaje actúa a tres niveles circulatorios:

Sobre la circulación arterial(arterias, arteriolas y capilares) . El masaje produce un estímulo en el flujo sanguíneo a nivel de arteriolas y arterias, se acelera la circulación y provoca enrojecimiento en la zona tratada. Este rubor, por la dilatación de los vasos periféricos, es más intenso cuanto más constante y profundo sea el estímulo aplicado. Este aumento de flujo arterial enriquece el oxígeno y sustancias nutritivas y aumenta el metabolismo local. Sobre los capilares superficiales, actúa como vasodilatador.

Sobre la circulación venosa. El masaje realizado en sentido centrípeto acelera el flujo venoso, favoreciendo el retorno sanguíneo y aumentando la acción de las válvulas.

Sobre la circulación linfática. Favorece el vaciamiento y la reabsorción de líquidos y detritus tisulares, así como la salida de materias tóxicas de la zona lesionada.

Beneficios para el aparato digestivo

Actúa sobre las asas intestinales del intestino grueso. Dependiendo de la dirección y la intensidad en que realizamos el masaje, se produce un efecto relajante (masaje suave y en dirección a las asas intestinales) o estimulante (mayor intensidad del masaje).

Beneficios para el tejido adiposo

El masaje se utiliza en estética para disolver los cúmulos adiposos por la lisis mecànica que se produce al trabajar la zona. Aumenta la circulación, se produce hiperemia y aumenta la reabsorción de adipocitos. Al maniobrar sobre el tejido graso, éste se moviliza y la grasas tienden a disminuir.

Beneficios para el sistema nervioso

En función de la aplicación de la técnica se obtienen distintos beneficios. Si se aplica suavemente, disminuye la sensibilidad de las terminaciones nerviosas sensitivas y hay una sedación y analgesia. Si se aplica más fuerte o rápido, aumenta la excitabilidad de los nervios motores, aumentando el tono y facilitando la contracción muscular. También a causa de la hiperemia producida mejora la nutrición de los nervios periféricos.

Beneficios psicológicos

Produce analgesia y relajación, aplicado en unas condiciones de temperatura adecuada, ambiente relajado, música, etc. Cuando se trata de un trabajo suave, produce un efecto analgésico y relajante, que permite que la persona se evada de los problemas de la vida cotidiana.

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